Jornadas espirituales

Una pausa para quitarse del tumulto cotidiano. De 1 a 3 días en silencio para formarse, rezar y celebrar la propia fe. Etapas regeneradoras entre dos retiros espirituales de 6 días o meros respiros en medio de nuestras vidas agitadas, las jornadas espirituales duran entre 1 y 3 días. Acogen a todos los que deseen recuperar sus fuerzas espirituales. Se articulan en torno a conferencias, a tiempos de oración común y personal y a la celebración cotidiana de la eucaristía. Su silencio favorece la meditación sobre las enseñanzas recibidas, en relación sea con el tiempo litúrgico, sea con un tema específico. Son altos indispensables para mantener a Dios en el centro de nuestras vidas perturbadas.